La ciudad de Barcelona opta a la certificación de ciudad “Residuo Cero”

A finales del mes de noviembre, Barcelona firmó un compromiso con medidas para ser ciudad candidata “Residuo Cero", convirtiéndose en una de las ciudades europeas más pobladas que decide dar ese paso. En este contexto, la certificación Ciudades y Pueblos Residuo Cero es un estándar europeo de certificación evaluado por terceros, desarrollado por la organización no gubernamental Mission Zero Academy (MiZA), con el apoyo de Zero Waste Europe (ZWE). Dicho estándar consta en la evaluación de cinco aspectos: expresión de interés, compromiso, implementación, certificación y mejoras anuales.
En este sentido, Barcelona ha decidido involucrarse para conseguir obtener este estándar europeo de calidad dando pasos en esta dirección con, por ejemplo, la creación de un plan de residuos en el que se incluye un diagnóstico de la situación de los residuos urbanos en la ciudad. A partir de estos datos, se marcarán los objetivos que se pretenden conseguir, en línea con los objetivos marcados por la Unión Europea.
En concreto, entre los objetivos que se ha fijado Barcelona para convertirse en una ciudad con residuo cero destacan el aumento del índice de recogida selectiva del 67% en 2027 (por encima del 48% de media europea) o la reducción de la generación de residuos municipales a 427 kilos por habitante, frente a cifra actual situada en los 447 kg/hab por año.
Para alcanzar los hitos fijados, se prevé llevar a cabo diferentes actuaciones, que van desde el fomento a la ciudadanía del consumo de agua del grifo para así reducir los residuos asociados al agua embotellada, hasta estrategias para concienciar sobre el uso de envases reutilizables y otros productos textiles o la necesidad de disminuir el desperdicio alimentario.
Una de las herramientas con las que cuenta el Ayuntamiento es la estrategia municipal de prevención de residuos, Barcelona Residuo Cero, la cual se articula en tres elementos ejes estratégicos: la corresponsabilidad en la gestión de los residuos que hace la ciudadanía (el mejor residuo es el que no se genera), la reutilización, y la mejora de la recogida selectiva así como de su calidad, focalizando esfuerzos en la fracción orgánica de manera preferente.
La organización no gubernamental Mission Zero Academy (MiZA) es la encargada de entregar la certificación de ciudad “Residuo Cero”, una vez se hayan completado y evaluado las acciones implementadas. Para ello, se analizan los criterios de cumplimiento obligatorio y también los de cumplimiento optativo y, en función de eso, se obtiene una puntuación relacionada con el grado de ejecución de las propuestas.
En este contexto, les recomendamos que consulten la siguiente actuación de la Plataforma donde se explica la redacción de un Plan local de prevención de residuos municipales (consulta aquí) y la implementación de medidas para mejorar los circuitos de aprovechamiento de excedentes alimentarios en establecimientos de restauración (consulta aquí).
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