Castilla-La Mancha implementa una nueva estrategia para reducir el desperdicio alimentario

20/12/2022

El Gobierno de Castilla-La Mancha, a través de la Consejería de Desarrollo Sostenible, presentó el pasado lunes 28 de noviembre la nueva Estrategia contra el Desperdicio Alimentario en comunidad autónoma con el título “Sin Desperdicio 2030”, cuyo objetivo es reducir a la mitad la cantidad de desperdicio alimentario generado en cada uno de los sectores de la cadena agroalimentaria de la región, dentro del marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.

En este sentido, la estrategia ‘Sin Desperdicio 2030’ pone el foco, esfuerzo y recursos en la reducción del desperdicio alimentario desde un punto de vista ambiental para Castilla-La Mancha, aunque teniendo en cuenta propósitos sociales, educativos y sanitarios. Así pues, se ha desarrollado una planificación que sirve no sólo para contemplar la donación de excedentes, sino también la valorización de los alimentos en su redistribución, posibilitando la creación de empleo.

Desde el Gobierno de Castilla-La Mancha, se pretende caracterizar el desperdicio alimentario localizado en cada uno de los eslabones de la cadena alimentaria, así como los costes ambientales y sociales asociados, con tal de definir mecanismos y procesos entre organizaciones privadas, entes públicos y agentes sociales. Así, en la estrategia se incluye a las empresas de inserción entre las entidades y organizaciones participantes en los procesos de recuperación y redistribución de excedentes alimentarios, favoreciendo la creación de empleo entre los colectivos desfavorecidos, a través de acciones de economía circular y aplicando criterios de contratación pública responsable.

Entre los datos ofrecidos por el consejero, ha destacado que, en España, se desperdician 31 kilos de alimentos por persona, equivalentes a unos 250 euros y a la producción de un 8% de los gases de efecto invernadero a nivel nacional.

En concreto, la Estrategia contra el Desperdicio Alimentario propone 68 medidas, articuladas en 19 líneas de trabajo y agrupadas en torno a cinco ejes estratégicos que tendrán que materializarse en iniciativas concretas dentro de este marco temporal, segmentado en tres planes trienales, para los periodos de 2022-2024, 2025-2027 y 2028-2030. Dichos cinco ejes se estructuran en: “Conocimiento”, como etapa previa sobre la que debe fundamentarse toda la planificación; “Gestión”, que abarca desde el desarrollo normativo hasta la redistribución efectiva de los excedentes como piedra angular de la Estrategia; “Divulgación”, como herramienta para diseminar conocimiento y sensibilizar a la ciudadanía y a los agentes económicos y sociales; “Innovación”, para desarrollar alternativas y renovar conocimiento; y “Cooperación”, como principio generador de sinergias.

Respecto al ámbito de aplicación, este incluirá desde el sector primario e industria de transformación; las empresas de distribución de alimentos o productos alimenticios (como supermercados y grandes superficies); las entidades que desarrollen actividades económicas productoras relacionadas con la hostelería; entidades como los establecimientos de comidas preparadas y los comedores colectivos; organizaciones o bancos de alimentos; organizaciones benéficas o sociales que reciban los alimentos y que los suministren a las personas beneficiarias; las organizaciones, asociaciones o entidades sin ánimo de lucro de recuperación y redistribución de alimentos; los hogares y el sector público regional.

En este contexto, les recomendamos que consulten la siguiente actuación de la Plataforma donde se explica la implementación de medidas para mejorar los circuitos de aprovechamiento de excedentes alimentarios en establecimientos de restauración (consulta aquí).

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